De la mano de un taller de agroecología, niñas y niños del Centro de Recreación y Cuidados intercambian sobre el “cuidado de la vida” y la “alimentación”
En el marco de la tercera edición del Centro de Recreación y Cuidados del Campus Luisi Janicki: pioneras universitarias, los niños y niñas que asisten al espacio durante las vacaciones de verano se encuentran formando parte de un taller llamado “Agroecología al cuidado de la vida”.
La iniciativa comenzó el martes 23 de enero y se desarrollará hasta el final de febrero, a través de dos instancias semanales de dos horas: los martes de 14:30 a 16:30 y los jueves de 10:00 a 12:00. Está enfocada en que niñas y niños conozcan el concepto de agroecología, una forma de reproducción de la vida que busca ser amigable con el ambiente y justa desde la perspectiva social.
El taller lo lleva adelante el colectivo agroecológico “Las gurisas”, que realizó trabajos previos en la Universidad de la República (Udelar) a través del vínculo que mantienen en diversos proyectos conjuntos con Extensión Universitaria. El grupo está integrado por cinco personas y forma parte de la Red de Agroecología y la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas. Además de dedicarse a la producción en la Unidad Cooperaria Nº1 de Cololó, una localidad de Mercedes, Soriano, “Las gurisas” desarrollan actividades de promoción de la agroecología, disciplina que vinculan a lo relacional y lo educativo.
En ese marco, Lucía Rodríguez, integrante del colectivo, contó que la propuesta de realizar talleres en el Centro le generó al grupo “pila de entusiasmo”, ya que se vincula con la diversidad de actividades que realizan, sobre todo “desde lo educativo”. Asimismo, destacó que el nombre del taller está alineado con lo que entienden como agroecología: “No es sólo una huerta para producir, es un espacio para vincularnos y pensar en el cuidado de la vida a partir de la alimentación”, explicó.
Por otra parte, Laura Benzo, también integrante de “Las gurisas”, señaló que las niñas y los niños que asisten al centro son de distintas edades: “hay desde los tres hasta los nueves años”, indicó. “Nos encontramos con que muchos de los gurises y las gurisas tenían un montón de motivación por el alimento, la producción, las semillas, las flores y los insectos”, añadió Rodríguez.
Benzo destacó que el trabajo con niñas y niños “es todo un desafío” y que buscan abordar con ellos conceptos como “cuidado de la vida” y “alimentación”. En ese sentido, comentó que tratan la temática desde lo lúdico y trabajan temas como “el compost, el reciclaje y los alimentos”.
Rodríguez añadió que durante los talleres se enfocan en el “intercambio” con las niñas y los niños. “Sin saberlo, sin ponerle ese nombre, [las y los niños] ya traían mucho en sus saberes en cuanto a la producción de alimentos, a las plantas y cómo vincularse con ellas. La intención es potenciar esos saberes”, explicó. Benzo agregó que las y los niños “traen mucho conocimiento de la escuela, como el relacionamiento de la naturaleza con los animales o las personas”.
Por otro lado, Rodríguez apuntó que es “distinto e interesante” trabajar la temática con “gurises y gurisas que habitan ámbitos urbanos, que también tienen en su vida cotidiana esto de la agroecología, pero capaz que con otros nombres”. Por eso, planteó que buscan pensar el tema desde distintos espacios, como “la macetita que pueden tener en el fondo de su casa”, y que entiendan “cómo se relacionan con los alimentos, más allá de que no tengan una huerta donde plantarlos, y cómo se vinculan con sus compañeras y compañeros en esto de la agroecología como algo relacional”.
Otro elemento que destacó es el rol de las y los niños de “transmitir” a sus padres y madres el significado de la agroecología “como forma de vida” y como “bien potenciador”; “que las y los gurises lleguen a sus casas a contar a sus hermanos, padres y madres sobre estas actividades e irlas pensando de otras maneras”, agregó.
Las iniciativas a futuro
La perspectiva de autocuidado es una de las temáticas que busca incorporar el Centro de Recreación y Cuidados en el futuro. En ese marco, Rodríguez comentó que la agroecología puede aportar a esa dimensión “desde la forma en que nos alimentamos, eso determina muchísimo nuestro ser en su totalidad”. Por ese mismo camino, señaló que la agroecología aporta a la forma de relacionarse “con el medio y la naturaleza”. Además, destacó la importancia de la generación de diálogos sobre “qué es lo que consumimos, cómo los producimos y de dónde viene”.
Por otra parte, Rodríguez dijo que sería “hermoso” poder incorporar a las y los adultos del Campus a experiencias similares al taller de agroecología: “Creemos que este lugar tiene un montón de potencial. Sería bien interesante que la experiencia trascienda el Centro de Cuidados, que sea algo de lo que se apropien funcionarios y docentes, que se le pueda dar continuidad a ese espacio y sea importante”, afirmó.
Benzo señaló que la huerta puede servir como excusa para que haya un “intercambio intergeneracional” entre niños, niñas, adultos y adultas, que puede servir para transmitir “distintos saberes”. En ese marco, el jueves 8 de febrero de 10:00 a 11:00 se realizará una jornada en la que las familias de los niños y las niñas podrán asistir al taller durante el proceso de armado de la huerta.
Las vacaciones de verano en el Centro
Luego de inaugurar su nuevo espacio en el Campus el 19 de diciembre, que se encuentra contiguo al Salón Comedor, el Centro de Recreación y Cuidados va por su tercera edición. La iniciativa, que abrió sus puertas el 22 de enero y estará operativa hasta el 1° de marzo, cuenta con financiación por parte de la Udelar y la Asociación de Docentes de la Universidad de la República.