Fotografía. Flor de María Meza.

“Los derechos humanos están en la base de todo trabajo extensionista”

Expresó Flor de Maria Meza Tananta

La Prof. Adj. Flor de Maria Meza es coordinadora del Área de Derechos Humanos (DD.HH) del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM) desde mayo de 2017. Meza explicó de qué se trata el Área de DD.HH y del trabajo que realiza. Comentó sobre el vínculo que tiene el área con las organizaciones sociales.

-¿De qué se trata esta área? 

-El Área de Derechos Humanos (DD.HH) de la Unidad Académica de Extensión es la última de las áreas de la Unidad Académica, ya que fue creada en el año 2016. Tiene por cometido estimular el compromiso del conjunto de la Udelar con los derechos humanos, contribuyendo a una cultura integral de respeto, promoción y plena vigencia de estos derechos en la sociedad, enfatizando su universalidad, integralidad, indivisibilidad e interdependencia, entre otros. Para ello se ocupa del relacionamiento y la construcción de respuestas a las demandas de diversas organizaciones e instituciones mediante acuerdos de trabajo referidos a la extensión universitaria. En este contexto se coordina los necesarios apoyos y asesoramientos técnicos de otros servicios que requieran las diversas problemáticas con énfasis en las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Asimismo, desarrolla estudios, formación académica y sensibilización en la materia. El trabajo se centra en las siguientes líneas detalladas: (i) Memoria, verdad y justicia; (ii) Derechos de las personas en situación de discapacidad; (iii) Educación en Derechos Humanos; (iv) Comisión Central sobre Estudiantes privados de libertad (Udelar); (v) Interáreas; (vi) Actividades en el medio; y (vii) Gestión del Área. Asimismo, nos mantenemos vigilantes en el seguimiento y monitoreo de la situación de derechos humanos en el país a efectos de poder seguir brindando respuestas a los nuevos emergentes dentro de los cometidos del Área y su capacidad de trabajo de acuerdo al equipo de trabajo con el que cuenta. Todas estas líneas son desarrolladas tomando como abordajes transversales la perspectiva de género, la interseccionalidad y el acceso a la información como un presupuesto para el ejercicio, la exigibilidad y la vigilancia de los DD.HH. El Área se vincula con organizaciones sociales; con servicios de la Udelar y con organismos diversos tanto a nivel regional e internacional. Por lo tanto, en ese sentido tiene una actividad bastante dinámica.

-¿Cómo es el vínculo con los y las estudiantes?

-El vínculo con los y las estudiantes se da por diversas vías, así tenemos: el curso que realizamos de DD.HH y Extensión Universitaria, los Espacios de Formación Integral, las asesorías que se llevan a cabo a través de proyectos con estudiantes, entre otras. También suele ocurrir que nos llegan solicitudes de diferentes servicios para integrar un tribunal de grado o posgrado; también pasa que recibimos solicitudes de estudiantes de grado que está por graduarse o para sustentar una tesis de maestría de temas con los que venimos trabajando en el área.

-¿Cómo es el vínculo con los actores sociales con quienes trabajan?

-Es un vínculo que en algunos casos ya venía de otros servicios. Por ejemplo, el grupo que trabaja memoria, verdad y justicia para la segunda generación de personas perjudicadas y vulneradas en sus derechos por la dictadura es un vínculo que viene desde la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y la Facultad de Psicología. El vínculo con las mujeres denunciantes ya venía desde Facultad de Derecho y de otros proyectos en los que participan integrantes del Área. Es decir, el vínculo con este grupo de mujeres estuvo siempre apoyado por la Udelar antes de llegar a nuestra área. Entonces es un vínculo construido en base a la demanda del colectivo, a la confianza, al conocimiento concreto del problema en sí. Con los otros colectivos son vínculos que también se fueron construyendo desde las demandas de los colectivos, siempre respetando su autonomía y apoyándolos para la consecución de sus objetivos. 

-¿Puede comentar alguna de las líneas en las que vienen trabajando?

-Por ejemplo, con el Colectivo de Mujeres y Discapacidad se vienen realizando talleres sobre el derecho a la vivienda, como titulares de ese derecho en su calidad de personas y de mujeres en situación de discapacidad. También se está trabajando en la producción de materiales inclusivos para personas en situación de discapacidad. Esta línea se incorpora en el año 2019 cuando las compañeras Lilián González y Tania Da Rosa se integran al área. Ellas trabajan con el Colectivo Mujeres y Discapacidad y en ese marco se ha elaborado un artículo académico sobre el tema. También, dentro de esa misma línea la docente González co-coordina la Red Temática de Discapacidad de la Udelar. Además, participamos en un Espacio de Formación Integral sobre Comunicación y Accesibilidad. Asimismo, se realiza un curso sobre abordaje interdisciplinario en torno a la discapacidad en el marco del diploma de discapacidad en lo social de la Facultad de Ciencias Sociales.

-También vienen trabajando sobre el tema de la memoria…

-Exacto, ahí tenemos trabajo con dos grupos. Trabajamos con las mujeres denunciantes, ex presas políticas del terrorismo de Estado. En 2011 un grupo de 28 mujeres ex-presas políticas denunció a más de cien militares de distintos grados y civiles colaboracionistas por violencia sexual y tortura durante el último terrorismo de estado en Uruguay, (1972-1985). Los tiempos que se toma el Estado para administrar justicia, es decir investigar, sancionar y reparar, no son los pertinentes.  La gran mayoría de estas mujeres denunciantes quedaron con secuelas psicológicas y físicas después del encierro. Tres de ellas ya fallecieron esperando justicia. Desde mayo de 2017 el Área de DD.HH viene trabajando con este colectivo en atención a la demanda formulada por las denunciantes en su búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia. El trabajo que se desarrolla en esta línea implica coordinar y articular con organismos regionales e internacionales de derechos humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Desde 2020 el trabajo con las mujeres que denuncian desde la Udelar se da desde diferentes servicios que se articulan con el Área mediante la Cátedra Unesco de Derechos Humanos (junto a la Prof. Mariana Achugar de la Facultad de Información y Comunicación) y el equipo de Atención a Víctimas del delito del Consultorio Jurídico de Facultad de Derecho, dirigido por el Prof. Juan Raúl Williman. El pasado 6 de enero, conjuntamente con las mujeres denunciantes y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) presentamos una solicitud de audiencia temática ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la falta de acceso a la justicia para mujeres víctimas de tortura sexual en el marco de la dictadura en Uruguay. 

-¿Qué sucedió después de pedir esa audiencia?

-Ésta nos fue otorgada, así el 18 de marzo pasado tuvo lugar la audiencia virtual, por la situación de pandemia, en la que nos encontramos. Las co peticionarias nos reunimos en la Sala Maggiolo de la Universidad desde donde asistimos a la audiencia. Dicha audiencia se desarrolló en el marco del 179° período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH), y se transmitió por el canal de YouTube de la CIDH y de la Udelar. La UCUR trabajó junto a nosotras para la transmisión de la audiencia. Para ello nos reunimos previamente, ensayamos y coordinamos permanentemente los detalles de la actividad. Posteriormente, también redactó una nota para el sitio de la Udelar (Enlace disponible AQUÍ). Las co peticionarias buscamos presentar a la CIDH información detallada sobre la falta de acceso a la verdad, justicia y reparación con perspectiva de género para mujeres sobrevivientes de tortura y violencia sexual en el marco de la dictadura, así como los obstáculos enfrentados por este colectivo de mujeres en la búsqueda de verdad, justicia y reparación. A la audiencia concurrieron cinco Relatores de la CIDH, el representante de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Jan Jarab y representantes del Estado uruguayo. En representación del Estado uruguayo participaron de la audiencia Marina Sande, directora de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores; Luis Bermúdez, de la Dirección General para Asuntos Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores; Luján Criado, en representación de Matilde Rodríguez Larreta, directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de Presidencia de la República; Ricardo Perciballe, fiscal a cargo de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad; y Gustavo Nicastro, secretario letrado de la Suprema Corte de Justicia. La audiencia comenzó con la exhibición de un video donde las peticionarias explican las motivaciones que las llevaron a realizar estas denuncias y las dificultades que enfrentaron al tomar esa decisión. Luego, la Dra. Leoni (CEJIL) presentó la audiencia; a continuación dos de las denunciantes (Jacqueline Guruchaga y Blanca Luz Menéndez) dieron sus testimonios en nombre de las denunciantes y finalmente presenté las peticiones. 

-¿Cuáles fueron esas peticiones?

-Entre las co peticionarias solicitamos a la CIDH que haga un seguimiento cercano a este caso, mediante: (i) una visita virtual a Uruguay, con la participación de las relatoras de mujeres, memoria, verdad y justicia y la relatora país a fin de examinar de forma directa los obstáculos para el acceso a la justicia en los casos de graves violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura, con especial énfasis en las mujeres víctimas de la tortura sexual; y (ii) una nota técnica para acompañar el proceso judicial de las denunciantes. Es decir, que alcance al Estado uruguayo una sistematización de los estándares interamericanos que deben guiar la debida diligencia en la investigación de casos de violencia sexual como este, y sobre todo, en la valoración que debe hacerse del testimonio de las víctimas y la importancia de la no revictimización. Se busca reclamar al Estado uruguayo que investigue, sancione y repare en torno a varios delitos que se cometieron contra ellas, fundamentalmente al delito de violencia sexual durante la tortura. Asimismo, también venimos trabajando con el grupo memorial de Mujeres, es un colectivo de mujeres ex presas políticas, integrantes de la Asociación de ex presas y presos políticos «Crysol», que vienen trabajando desde 2019 por la construcción de un Memorial que recuerde y homenajee a todas las mujeres de Uruguay perseguidas, torturadas, desaparecidas, recluidas, por su lucha sindical, social y política, durante el Terrorismo de Estado, entre 1968 y 1985. Rol, que como ellas sostienen, fundamental en la resistencia a la Dictadura y la vuelta a la democracia, la misma que a 36 años de estos hechos, no ha sido reconocido ni por la sociedad ni por el Estado. Basta como prueba de las graves omisiones del Estado, la ausencia de justicia en las causas denunciadas por decenas de mujeres que sufrieron violencia sexual en la tortura durante su detención. Esta iniciativa ha recibido el apoyo de autoridades e instituciones diversas, entre ellas la del Consejo Directivo Central de nuestra Universidad, mediante resolución del 30 de julio de 2019.  

-Además, ustedes trabajan en la interna del SCEAM

-Sí, el Área de DDHH trabaja con otras áreas del SCEAM. Actualmente, tenemos tres espacios de trabajo con otras áreas, que son: el trabajo con personas en situación de calle y los talleres co-creados con el Colectivo Mujeres y Discapacidad, ambos con parte del equipo docente del Área Sector Cooperativo y Economía Social y Solidaria; y un tercer tema que es el Observatorio socio-económico, demográfico y comunicacional sobre racismo y xenofobia que se trabaja con el Área Sector Productivo y Organizaciones Sociales.

-¿Qué es para usted la extensión?

-La extensión tiene que estar enmarcada dentro de los mandatos de ser universitario. Está claramente enunciado en el artículo dos de nuestra ley orgánica. Fundamentalmente, dice que la tarea central de la Universidad es contribuir al respeto de los derechos de todas las personas. Entonces, mediante la extensión lo que buscamos es esa articulación necesaria que tiene que haber entre el saber y el hacer cotidiano de toda la sociedad, pero especialmente de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad. Una universidad que sea no solamente solidaria, sino que sea realmente consciente y comprometida con su realidad. Una persona que salga de la Udelar tiene que tener claro qué es la extensión universitaria, con la misma claridad que tiene respecto a la enseñanza y la investigación. Definitivamente, pienso que los DD.HH están en la base de todo trabajo extensionista que se viene realizando desde hace mucho tiempo desde nuestra Universidad. Porque cuando se trabaja a favor de mejorar la condición de vivienda de los grupos sociales, cuando se trabaja con el sindicato por los derechos de los y las trabajadores, cuando se trabaja con las mujeres en situación de discapacidad y las personas que fueron afectadas por el terrorismo de Estado en Uruguay se está trabajando en la promoción y garantía de respeto de los derechos de las personas, entendiendo que esto se hace desde una mirada interdisciplinar. Entonces, cuando me preguntas qué es la extensión, pienso que es una tarea intrínseca al ser universitario. Creo que hacer extensión hoy en día desde nuestra universidad es un reto que traspasa los mandatos que tenemos. Es una cuestión ineludible, ética, de responsabilidad con cada uno y una, pero sobre todo con las personas con las que se genera el vínculo. Así que creo que es algo muy importante que tiene que ser jerarquizado en nuestros servicios y visibilizado. Porque la extensión no tiene la misma mirada de jerarquía que la investigación o la enseñanza. Entonces creo que está en nuestras manos pensar cómo avanzar en este sentido, como hacer para que la extensión le llegue a todo el mundo y se sienta involucrado. Y que la extensión no sea una mera enunciación, como un mandato universitario, tiene que salir del mandato formal para hacerse carne, para hacerse realidad.