Proyectos Estudiantiles de Extensión: 2024 concluyó con una puesta en común entre equipos para intercambiar sobre sus proyectos

La actividad fue la tercera y última instancia de encuentro entre estudiantes que están realizando propuestas de extensión. En 2024 se llevaron a cabo 29 iniciativas sobre distintas temáticas. 

La Convocatoria a Proyectos Estudiantiles de Extensión, que se abre todos los años desde 2009, es un llamado al que equipos de estudiantes pueden presentar proyectos de extensión. El objetivo de esta iniciativa, es que las y los estudiantes puedan poner los conocimientos que adquieren en la carrera en diálogo con diferentes actores no universitarios, como instituciones, organizaciones y colectivos sociales por fuera de la Universidad de la República (Udelar). Quienes llevan adelante las propuestas están acompañados por docentes disciplinares y por el Área de Promoción de la Extensión y Actividades en el Medio (APEAM) del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM).

Los equipos pueden estar integrados por estudiantes de una misma carrera o ser interdisciplinarios. Durante un año, los grupos desarrollan sus propuestas y aprenden cómo llevar adelante una iniciativa de extensión.  “Son procesos de aprendizaje que, en la mayoría de los casos, los equipos valoran muy positivamente, son como hitos en las carreras de los estudiantes que transitan por ese proceso”, señaló Maria Noel González docente coordinadora del APEAM.

En 2024, se llevaron a cabo 29 proyectos en los que participaron 145 estudiantes, quienes contaron con tres instancias de orientación metodológica desde APEAM durante el año. “El seminario cierra un proceso de acompañamiento, es el último encuentro donde la idea es que los equipos se vean las caras, se cuenten qué hicieron, qué no hicieron, qué aprendizajes hubo”, explicó. 

Durante el evento las y los estudiantes relataron cómo fue su proceso de aprendizaje durante el año y cada equipo «compartió aspectos significativos de la experiencia de extensión. “Después hubo otro momento de trabajo en grupo, que se concentró más en la cuestión de cuáles son las habilidades necesarias para poder desarrollar extensión”. Las y los estudiantes también dialogaron sobre qué tipo de formación es necesaria y qué aspectos creen que favorece el desarrollo de los proyectos de extensión.   

El encuentro entre proyectos

Entre las propuestas que se ejecutaron este año, González mencionó que hubo iniciativas que abordaron temáticas como la agroecología, trabajando con productores de alimentos. “Ahí hay estudiantes de [Facultad de] Ciencias Sociales y [Facultad de] Agronomía que intervinieron”, indicó. 

También comentó que hubo “varios proyectos de la [Facultad] de Medicina” que trabajaron en distintos espacios atendiendo la salud de personas en torno a distintas patologías. Añadió que desde Medicina también hubo un proyecto sobre hemoterapia con objetivos de difusión. 

“Tenemos un equipo integrado por estudiantes de la Udelar privadas de libertad”. Su proyecto tiene que ver con “cómo vincular la cárcel y la Universidad de una mejor manera”, comentó. Otras propuestas que mencionó abordan la recuperación de archivos históricos: uno vinculado a un hospital psiquiátrico, en el que se recuperaron memorias e historias “que a veces quedan silenciadas”. El segundo está asociado al archivo de una comisión fomento del Balneario San Luis, en el que se realizó un trabajo de digitalización de imágenes. 

“Después hay proyectos que trabajan en centros educativos, con liceos, el tema de violencia, de bullying, de salud mental”, indicó y añadió que también hay iniciativas del Instituto  Superior de Educación Física, que se enfocan en temáticas vinculadas al deporte. Otra iniciativa que definió como muy interesante fue el trabajo de capacitación a estudiantes de la Facultad de Veterinaria con perros guía para personas no videntes. 

“Consideramos que los proyectos y las temáticas de este año fueron muy buenos”, valoró. De todas formas, indicó que están trabajando en estrategias para que más estudiantes puedan vincularse a instancias de extensión, ya que es particularmente desafiante poder articular este tipo de experiencias con un perfil estudiantil que está cada vez más compuesto por personas que trabajan y estudian. 

“La extensión no es como la enseñanza, en la que vos tenés una grilla con unos horarios en los que vos te ubicás, sino que a veces no sabés bien qué tiempos te llevan las cosas, o qué momentos se necesitan”, explicó. Pese a estos desafíos, destacó que quienes pasan por proyectos de extensión “valoran y ven un aprendizaje” y comentó que se dan situaciones en las que las y los estudiantes involucrados continúan trabajando en los temas que abordan en las iniciativas, incluso profundizan en la experiencia a través de instancias como los trabajos finales de grado.  

Scroll al inicio