El 27 de junio se inauguró el memorial de ex presas políticas ubicado en Av. de las Leyes y Colombia, impulsado por el Colectivo de Ex presas políticas junto con Crysol con el apoyo de la Universidad de la República (Udelar).
La estructura circular del memorial «representa ese abrazo, nuestro abrazo» expresaron las mujeres del colectivo, quienes afirmaron que «no fuimos ni somos heroínas, fuimos y somos mujeres políticas, luchadoras sociales»
El memorial recordatorio, que está ubicado en el Espacio Julia Arévalo próximo al Palacio Legislativo, es una estructura circular que contiene 1758 nombres grabados sobre el metal en 20 pilares. La iniciativa para este memorial fue impulsada por el Colectivo de Ex presas políticas junto con Crysol -asociación de ex presas y presos políticos del Uruguay-. Desde el Área de Derechos Humanos de la Unidad Académica del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio de la Universidad de la República (Udelar) se ha venido acompañando el proceso para su materialización, mientras que la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) auspició el concurso de proyectos convocado por la Intendencia de Montevideo (IM). La construcción de este memorial fue apoyada por la Junta Departamental de Montevideo, los Municipios B y C, la Comisión Administrativa del Poder Legislativo, la Secretaría DDHH del PIT-CNT y militantes de organizaciones sociales y políticas.
Memorial: símbolo de resistencia
La periodista Alejandra Casablanca, quien fue maestra de ceremonia, leyó varios mensajes de organizaciones, dirigentes, instituciones y otros actores que hicieron llegar su saludo al Colectivo de Ex presas políticas. Uno de ellos fue el mensaje de la organización de Madres y familiares de detenidos desaparecidos, quienes expresaron que la inauguración de este espacio cobraba ahora «un nuevo significado» cuando unas horas antes, las organizaciones sociales junto al movimiento obrero y estudiantil se habían reunido en el local de la Federación del Vidrio para recordar el inicio de la heroica Huelga General, «el inicio de los 15 días de resistencia contra el despliegue del aparato represor cobarde». «Sabemos que ustedes, militantes sociales, sindicales y políticas de todo el país fueron perseguidas, torturadas, violentadas, desaparecidas y asesinadas por su doble condición de mujeres y luchadoras sociales. Hoy rendimos homenaje a todas las ex presas políticas así como a sus familias y sus seres queridos, que también sufrieron durante esos tiempos oscuros», expresaba el mensaje.
Agregaba que «a pesar de que muchas compañeras ya no se encuentran junto a nosotras, este memorial símbolo de resistencia nos llena de fuerza; convencidas de que no podemos permitir que los horrores del pasado se repitan, aunaremos nuestras voces, mantendremos viva la memoria porque seguiremos construyendo una sociedad más justa e igualitaria donde el “Nunca más terrorismo de Estado” sea una realidad efectiva».
Luego se entonó el himno nacional, que fue ejecutado por la banda sinfónica de Montevideo con la doble dirección por parte del maestro Martín Jorge y la maestra Lilian Zetune. Además, se presentaron varios artistas en el escenario: Papina de Palma, que cantó «La memoria» y expresó que: «es un honor muy grande para mi cantar hoy acá; quédense tranquilas que cuentan con nosotras para defender la memoria». Por su parte, Diane Denoir tarareó «Palabras para Julia», y relató que durante la dictadura cuando por alguna eventualidad se encontraban con otras compañeras, tarareaban esta canción «para adentro, era un tarareo chiquito pero que quería decir “Vamo’ arriba”». Luego cantó «Como un pájaro libre».
También se presentaron Mauricio Ubal y Rubén Olivera que entonaron «A redoblar». Explicaron que esta canción «nació en setiembre de 1979 en plena dictadura; no sabíamos todavía cuánto quedaba por delante, es una canción que surgió como tantas pero que voló de otra manera y nos emocionó en esos años saber que muchas de las compañeras la cantaban también adentro». Saludaron a las ex presas políticas presentes y declararon ante ellas «todo el respeto, toda la admiración y todo el amor».
Rescatar la memoria frente a la cultura del olvido
Nueve representantes del Colectivo de Ex presas políticas del Uruguay se encargaron de leer el mensaje de su organización. Señalaron que el memorial «representa a todas las mujeres que luchamos contra la actuación ilegítima y el terrorismo de Estado, las que fuimos detenidas, las exiliadas, las clandestinas, las solidarias, las asesinadas y desaparecidas». Explicaron que se construyó según el proyecto ganador en el concurso que convocó la IM en acuerdo con el Colectivo, «cinco jóvenes arquitectas y arquitectos supieron interpretar nuestros sentimientos, las experiencia que nos fortalecieron, los respaldos y la solidaridad. El círculo representa ese abrazo, nuestro abrazo, un lugar de encuentro, de reflexión, símbolo de volver a empezar y de movimiento perpetuo, de contener y de albergar».
El memorial «pretende rescatar la memoria frente a la cultura del olvido y la impunidad, lo que implica construir una historia que es en parte ignorada y también silenciada», expresaron; este espacio hablará de las luchas y las resistencias y de él se apropiarán las y los jóvenes, «hablará de la solidaridad de las familias, de los vecinos y de las vecinas, también hablará de nuestras madres luchadoras, incansables, que frente a la imposición del silencio nos fortalecían con sus miradas y sus sonrisas. Aquellas que soportaron todo tipo de maltrato cuando nos buscaban y cuando se hicieron cargo de nuestras hijas e hijos. Hablará también de las madres que aún siguen buscando sin tener respuesta. Todas ellas nos demostraron que un mundo solidario más justo y digno es posible. Este memorial nos recordará siempre a las compañeras que ya no están, las que nos siguen hablando al oído, las que brillan en nuestro recuerdo. Todas ellas forman parte de un guión que no se corta, siguen viviendo con nosotras formando parte de nuestra historia».
Afirmaron que la dictadura instaurada el 27 de junio de 1973, civil y militar, «ocasionó una verdadera tragedia nacional cuyos efectos y daños se extienden por lo menos hasta la tercera generación de víctimas». Durante este período, como luchadoras sociales, gremiales y políticas «miles de mujeres fuimos indebida e ilegítimamente privadas de libertad, detenidas y recluidas en condiciones diseñadas para la destrucción. Muchas de nuestras compañeras fueron asesinadas y otras permanecen hasta hoy desaparecidas. Fuimos reprimidas por nuestra doble condición de mujeres y luchadoras, porque jugamos un papel importante durante el largo proceso de lucha popular, enfrentamos el proyecto de país que impulsaron los sectores civiles y militares más reaccionarios contra la República y este rol de luchadoras sociales no ha sido hasta el momento debidamente reconocido ni por la sociedad ni por el Estado», expresaron.
«Las mujeres militantes transgredimos el rol establecido, exponiéndonos a una mayor condena social. Los militares se ensañaron con nosotras ya que para ello habíamos dejado de lado el lugar que la sociedad nos había asignado de madres, esposas y guardianas del hogar», explicaron. Afirmaron que como parte del Plan Cóndor, la dictadura se propuso cambiar la identidad y los valores de nuestro pueblo «por la fuerza y el terror», fue un plan dirigido a toda la sociedad destinado a imponer sumisión y obediencia.
«En la cárcel las mujeres compartimos momentos difíciles y también alegrías y efectos. Al silencio y a la incomunicación resistimos con nuestro canto y nuestra solidaridad, al aislamiento y al castigo los enfrentamos con acciones colectivas, unidas siempre, firmes en nuestras convicciones. Crecimos a pesar de la represión, nos reímos, cantamos, estudiamos. No fuimos ni somos heroínas, fuimos y somos mujeres políticas, luchadoras sociales», expresaron.
Destacaron que en relación con el terrorismo de Estado los últimos días el país ha vivido enormes acontecimientos: las sentencias que la justicia viene dictando sobre delitos cometidos en este período; el reconocimiento de responsabilidad de parte del Estado uruguayo respecto a la ejecución extrajudicial de Diana Maidanik, Laura Raggio y Silvia Reyes y también respecto a las desapariciones forzadas de Luis Eduardo González González y Oscar Tassino Asteazú; y «especialmente la reciente aparición de los restos de una compañera en el Batallón 14, aún en proceso de investigación. Todo esto nos permite constatar que la memoria es una deuda aún pendiente en nuestra sociedad y que espacios como este memorial nos permitirán reivindicar el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación. Aspiramos a que este emblemático memorial transmita a las generaciones venideras un mensaje de paz y de esperanza ubicando los trágicos acontecimientos desatados por la dictadura civil y militar en su justa dimensión».
El Colectivo destacó la presencia en el acto de compañeras del interior, manifestando que «todas las mujeres de todo el país lucharon, en todos los departamentos». Para finalizar las integrantes del grupo agradecieron a las instituciones y organizaciones que hicieron posible realizar este memorial, el que han querido denominar «Las mujeres construimos historia defendiendo la vida».
Papel decisivo de las mujeres
Nélida «Chela» Fontora, ex presa política e integrante de la directiva de Crysol, se refirió a «la compañera Julia Arévalo» y expresó «hoy nos integramos a tu espacio con nuestro memorial». Recordó que fue una luchadora por los derechos de las personas más necesitadas y que supo defender a los asalariados rurales y a las mujeres en condiciones de extrema explotación; «de ahí salí yo», reconoció. Indicó que desde hace años Crysol viene trabajando para que exista este memorial «que representa a todas las mujeres que aportaron al proceso de cambio que lleva adelante la lucha permanente en defensa de los derechos humanos».
Recordó que «un día como hoy hace 50 años Juan Maria Bordaberry junto a los mandos militares disolvieron las cámaras y clausuraron la voz del pueblo, porque ellos están ahí por el pueblo uruguayo». Afirmó que «la resistencia popular paralela y perseverante» comprendió reacciones espontáneas, estuvo presente en las familias, en los vecinos, creó nuevos lenguajes verbales que estimularon la imaginación popular y se concretaron formas colectivas y organizadas de luchas clandestinas. Resaltó que la democracia que disfrutamos hoy en nuestro país «es una gran conquista del pueblo uruguayo». Sostuvo que «el fruto de la resistencia que nunca claudicó es el resultado histórico de la victoria del NO en 1980 cuando ganamos el plebiscito. En esa batalla las mujeres supimos ser parte en todos los planos y todos los frentes, nosotras desde diferentes roles y lugares jugamos un papel decisivo». En ese sentido, aseguró que en este momento «cuando surgen voces negacionistas que reivindican a los terroristas de estado» es importante reconocer a «todos nuestros familiares y muy especialmente a nuestras hijas e hijos» porque fueron quienes acompañaron «nuestros dolores, nuestra rebeldía y nuestra ansia combativa por un mundo mejor sin explotados y sin explotadores».
Asimismo, afirmó que hoy las nuevas generaciones construyen espacio de memoria histórica y lo demuestran con su militancia y su presencia todos los 20 de mayo en la Marcha del Silencio. Por eso «nosotros como colectivo seguiremos asumiendo la responsabilidad de seguir batallando por seguir construyendo un mundo mejor» porque «la batalla por la memoria es inseparable por la batalla por la verdad y la justicia», apuntó.
En este marco, aseguró que «la inauguración de este memorial recuerda y reconoce a las miles de uruguayas que de múltiples e infinitas maneras enfrentaron las medidas prontas de seguridad, la militarización, la actuación ilegítima del Estado, la dictadura cívico militar y el terrorismo estatal». Por eso, están presentes los nombres «de las luchadoras sindicales, estudiantiles, sociales y políticas para que su legado siga en la tarea de construir una democracia más justa, solidaria, más digna y más plena», señaló.
Por su parte, la intendenta de Montevideo Carolina Cosse valoró que lo importante es que este espacio está siendo ocupado por una intervención que fue pensada colectivamente y trabajada por un gran equipo. «Ni miedo, ni terror, nunca más: democracia, verdad y justicia. Nunca más», expresó. «A mi me enseñaron en la escuela pública que cuando se arma un espacio, lo que hay que armar es otro espacio más y seguir avanzando», relató. En este marco, la intendenta anunció un nuevo proyecto e invitó a las compañeras a avanzar en un espacio más: «construir la ruta de memoria de Montevideo». «Hay que seguir», afirmó.
Fuente: Portal Udelar