Fotografía. Gerardo Sarachu sentado a una mesa.

“La extensión es un proceso de trabajo dialógico con las organizaciones sociales”

Afirmó Gerardo Sarachu
Al tiempo que explicó que se busca que los servicios de la Udelar se relacionen con las temáticas: cooperativismo, asociativismo y economía social y solidaria.

Gerardo Sarachu es magíster en Servicio Social por la Universidade Federal do Rio de Janeiro, egresado de la Universidad de la República (Udelar) como asistente social y actualmente es el coordinador del Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM). El área se encarga de realizar proyectos de extensión vinculados a cooperativismo, asociativismo y economía social y solidaria. Asimismo, realiza actividades de enseñanza, investigación e interactúa con actores sociales.

A su vez, el área busca que los diferentes servicios se vinculen con la temática y entre ellos mismos. En la entrevista, Sarachu profundizó acerca de sus tareas como coordinador del Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria así como del surgimiento de la misma. Se refirió además a los vínculos del área con actores sociales y estudiantes. También, expuso sobre los proyectos actuales, la importancia del área y sobre el concepto de extensión. 

-¿Cuáles son sus tareas como coordinador del Área Sector Cooperativos y Economía Social y Solidaria?

-Las tareas son propiciar el desarrollo de las reuniones del equipo coordinador, la conexión del área con el conjunto del SCEAM. Además, llevar iniciativas hacia la coordinación general del servicio y en muchos casos representar al área ante diferentes instituciones. También propiciar el intercambio a nivel internacional, ahí se tiene otro delegado que designamos desde el área. El área integra el Comité Académico de Procesos Cooperativo y Asociativo de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) y le compete a través de otro compañero que es Diego Barrios su dinamización y coordinación. Mi rol en particular es dinamizar, motorizar el área, motivar que los docentes se consoliden, que los núcleos funcionen y produzcan proyectos. Ahí está la función más concreta del coordinador, pero en realidad el área tiene un funcionamiento colectivo. Por lo tanto, también se tiene otra concepción de trabajo a la interna, donde se comparten responsabilidades y se desarrollan propuestas que implican otras referencias, de compañeras y compañeros de los distintos temas. Los núcleos tienen bastante autonomía, por lo tanto, las compañeras que integran un núcleo desarrollan sus propias iniciativas. Ahí lo que se hace es facilitar el intercambio y generar condiciones para producir colectivamente. Es un trabajo que nos parece fundamental, el cuidado de los equipos, poder desarrollar un trabajo efectivamente cooperativo entre nosotros, siendo coherentes con las propuestas que se desarrollan junto a las entidades asociativas. 

-¿Cómo surgió el Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria?

-Esta área tiene una larga historia. Surgió a iniciativa del propio sector cooperativo y asociativo por el año 1988. Donde hubo una demanda del sector que en ese momento se estaba conformando en lo que hoy es la Inecop, la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas, y le pide a la Universidad que jerarquice los estudios vinculados al sector cooperativo asociativo. Allí se crea lo que fue la Unidad de Estudios Cooperativos, nosotros somos herederos de esa unidad. Se le dio continuidad y se fue incorporando otras temáticas, ampliando al campo de la economía social y solidaria, generando una mirada sobre los procesos colectivos y asociativos en general. El movimiento estudiantil tiene un papel muy importante en nuestra historia. En el año 2002 se produjo lo que se conoció como la “huelga extensionista”, hubo un reverdecer de la extensión en la Universidad muy vinculada al surgimiento de la crisis. Generó una enorme cantidad de demandas para la Universidad vinculadas a distintos sectores, sobre todo a los sectores populares, que buscaban mediante la asociación resolver algún tipo de problema. Y fue muy importante el papel del movimiento estudiantil porque la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) le plantea a la Universidad generar un grupo de apoyo a la Unidad de Estudios Cooperativos. Se pone un grupo de estudiantes a trabajar fuertemente con quien, en ese momento, era el único docente que se mantenía en la unidad, era una unidad muy marginal respecto al conjunto de la Universidad. Recién, a partir de esa integración de estudiantes, se le empieza a dar más visibilidad pública y a consolidar algunos cargos docentes, a desarrollar nuevas iniciativas, proyectos, propuestas, hasta la evolución de lo que es hoy.

-¿Cuándo los estudiantes se movilizaron por el área ya estaba dentro del SCEAM o era un área solo dentro de la Udelar?

-No, desde su creación siempre se remite al SCEAM. Entonces es interesante ese lugar, al no depender de ninguna facultad, disciplina, nos permite convocar a todas, la ubicación nos parece pertinente para el desarrollo de esta temática. Los procesos cooperativos asociativos no tienen una única disciplina, por sí son multifactoriales, exigen una mirada mucho más amplia y compleja. Lo cual implica integrar distintas perspectivas, áreas, aportes disciplinarios. Entonces desde la extensión se puede propiciar eso, no siempre se logra pero de alguna manera es parte de la vocación y de la misión que tenemos. A su vez, se tiene un instrumento que es la Red Temática Interdisciplinaria en Economía Social y Solidaria, que se viene consolidando como un espacio de confluencia de los distintos servicios.

-¿Con qué actores sociales ustedes se vinculan?

-Con una variedad bastante importante. Por un lado, se tiene todo el sector cooperativo tradicional, que está organizado tanto en cooperativas de base como en federaciones. Por ejemplo, la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay con la cual se tiene un relacionamiento estrecho porque se está desarrollando un proyecto en conjunto de investigación. También se tiene vínculo con la Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo, con la propia Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas, con la Federación de Vivienda y Ayuda Mutua (Fucvam). Dentro de esa federación se tiene un relacionamiento particular y algunos proyectos de investigación, extensión y formación. Después, se tiene un vínculo con una serie de organizaciones del campo de las asociaciones colectivas y economías solidarias. Ahí se destaca la Coordinadora de Economía Solidaria, de la cual el área forma parte de la identidad y apoyo, representando a la Universidad en ese ámbito. Constituimos a su propio fortalecimiento y lo mismo con relación a otros colectivos o redes: Red de Agroecología, Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas, colectivos feministas de distintos tipos, grupos de mujeres rurales, asociaciones. Por ejemplo, actualmente, se destaca el Colectivo Ni Todo Está Perdido, es un colectivo autoorganizado de personas en situación de calle. Me gustaría nombrar a la Ucrus que es la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos. También, sin duda, el área tiene vínculo con el movimiento sindical, en sus expresiones asociativas, en los campos donde vienen trabajando la autogestión. 

-¿Qué proyectos se están realizando actualmente?

-Se tiene varios en ejecución, hay proyectos de investigación que han salido financiados por CSIC, además de líneas propias de investigación que venimos ya de más largo tiempo. Por ejemplo, con la Federación De Cooperativas De Producción del Uruguay que nuclea las cooperativas de trabajo asociado, se tiene un proyecto en conjunto que es el estudio de las cooperativas de la educación. Aquellas cooperativas de trabajo que gestionan proyectos en el campo de la educación formal y no formal. En el sentido de clubes de niños, centros juveniles, algunos son escuelas y liceos que tienen la forma de cooperativas de trabajo, proyectos educativos de distintos tipos. El núcleo de educación y procesos colectivos viene trabajando en la temática fuertemente, en cómo la cooperación y el cooperativismo se introducen en los proyectos educativos y de qué manera. Y cuáles son las estrategias pedagógicas que llevan a trabajar la cuestión cooperativa y asociativa en las propias experiencias educativas que desarrollan estas cooperativas. Entonces nos interesa especialmente el convenio que se tiene con el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), el cual trabaja fundamentalmente con docentes, centros de formación docente pero con maestros, docentes de secundaria, de UTU, algunos universitarios también. Tiene por detrás esta idea de cómo en las propuestas educativas se introduce la cooperación y el cooperativismo en forma transversal. Después se tiene en otro campo un proyecto grande en cooperación con el Instituto Suizo de la construcción. Estamos haciendo un estudio comparativo de las cooperativas de vivienda por ayuda mutua en Suiza y en Uruguay. Allí el proyecto es en cooperación con Fucvam y el Instituto Suizo, hace un año venimos trabajando y dura hasta el próximo año. Se está tratando de establecer cuáles han sido los principales aprendizajes del modelo de Fucvam. El cual, basado en la propiedad colectiva y la ayuda mutua, ha desarrollado y posibilitado la resolución de la problemática habitacional y hacer efectivo el derecho a la ciudad. 

-¿Y dentro de estos proyectos qué papel tiene específicamente el Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria?

-Muchos de estos proyectos se promueven desde los núcleos de estudio e intervención. El área se organiza en cuatro grandes núcleos. Tenemos el núcleo de educación y procesos colectivos, el núcleo de asociativismo rural, el núcleo de redes autogestionadas y gestión colectiva y, el cuarto, el núcleo de producción de lo común, procesos colectivos y territorio. Dentro de ese la línea de economías feministas y economías solidarias es algo que se viene profundizando. En base a esas temáticas el área organiza el curso anual para las facultades y población en general, en particular a trabajadores y trabajadoras asociadas en experiencias colectivas. Es un curso que se viene desarrollando hace más de quince años y está acreditado en varias facultades. Además de otras propuestas formativas. El papel del área es promover el desarrollo, la investigación y la acumulación temática en estos ejes, pero al mismo tiempo propiciar la conexión con las facultades, con los servicios. Entonces, nunca se desarrollan solo estas iniciativas, siempre son en cooperación, en concertación con las distintas facultades y servicios a los efectos de generar fuertes anclajes con las propuestas. Por ejemplo, en asociativismo rural se viene trabajando muy fuertemente con la Facultad de Veterinaria, Facultad de Agronomía y el Centro Universitario de Rivera. Otro ejemplo es la gestión de residuos urbanos sólidos, se ha generado una propuesta para un fondo de investigación en la Intendencia para desarrollar la temática. Y se ha realizado con la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo.

-¿Cuál es el vínculo que tienen los estudiantes con el Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria?

-El vínculo ha ido cambiando. Por un lado, tenemos aquellos estudiantes que se vinculan a nuestra propuesta, toman los cursos, participan en las iniciativas que desarrollamos. Ahí se tiene un vínculo muy directo y muy franco. Muchas veces a partir de esa relación se han generado propuestas, proyectos estudiantiles, de trabajo o investigación para presentar en CSIC. También, algunas iniciativas de consulta, orientación de tesis, de trabajos finales, etc. Por otro lado, se tiene cierta preocupación porque se ha visto pérdidas de dinamismo del movimiento estudiantil en general con respeto a las temáticas de extensión. En particular, con las temáticas colectivas asociativas, que en otro momento fue muy dinámico el papel del movimiento estudiantil y nos contribuyó fuertemente a la consolidación del área. Hoy vemos que la iniciativa recae más sobre nosotros para convocarlos, al revés de ser interpelados por el movimiento estudiantil. Hay un instrumento que el SCEAM tiene que es el llamado a proyectos estudiantiles de extensión y nos parece fundamental sostenerlo. Pero se ha visto que cuesta la elaboración de los estudiantes en relación a las políticas de Extensión y los programas, en particular a sus aportes y demandas hacia las distintas áreas que tiene el SCEAM. Me parece que ahí falta comunicación o de alguna manera no hemos sabido cómo integrarnos a sus iniciativas. O simplemente que ha quedado en discusiones más internas del movimiento estudiantil y que le ha dificultado enormemente la conexión con otras preocupaciones y temáticas.

-¿Qué tan importante es el Área Estudios Cooperativos y Economía Solidaria?

-De alguna manera entiendo que se ha ido consolidando como un espacio de referencia para el sector asociativo y la economía social y solidaria. Nos falta mucho en términos de visibilidad pública y de mayor penetración en el conjunto de la Universidad. Es decir, somos conscientes de que se está en un proceso y que es necesario seguir profundizandolo. Pero se entiende que se cumple una función, que la existencia del área tiene que ser potenciada por la Red Interdisciplinaria y que el conjunto de las facultades deben ver en el área un aliado para desarrollar iniciativas propias. No nos entendemos como sustitutivos de la iniciativa de estos centros, sino más bien como potenciadores de las iniciativas que puedan venir. Por ejemplo, en el área hay un fuerte interés en el despliegue de estudios cooperativos de la economía social y solidaria en el interior. Y cómo se puede propiciar el desarrollo de los proyectos de enseñanza y extensión, investigación en el área de los procesos cooperativos asociativos y economía solidaria en sus distintos centros regionales. Se ve un papel alentador del área en el sentido de motorizar y promover que eso exista, no para que se realice desde Montevideo sino para que en esos centros regionales se generen equipos de docentes, estudiantes y egresados que tomen estas temáticas fuertemente y se consoliden como tales. 

-¿Qué es para usted la extensión?

-Para mí la extensión es un proceso de trabajo compartido, dialógico con las organizaciones sociales. El cual pone en el centro la producción conjunta del conocimiento pertinente acerca de lo que está sucediendo en la sociedad. Y cómo y con quien es posible transformar eso que sucede, colocando a la Universidad al servicio de esas causas populares. Entiendo a la extensión como el proceso que propicia ese diálogo, muy fuertemente vinculado a las otras funciones universitarias. No puedo concebir la extensión por fuera de los procesos de investigación y enseñanza sino que la extensión se profundiza cuando se combinan con estas otras funciones. Por ahí viene la importancia de avanzar hacia la integralidad, o tener como esa pretensión de integralidad que es esa búsqueda permanente. Por eso lo llamo pretensión porque nunca está terminada, siempre es posible seguir profundizando en esa integralidad y de alguna manera entiendo a la extensión al servicio de esa búsqueda.