Miguel Olivetti asumió como nuevo prorrector de Extensión y Programas Integrales con miras a territorializar la extensión y expandirla a toda la currícula


El pasado 20 de noviembre asumió como nuevo prorrector de Extensión y Programas Integrales, Miguel Olivetti. Con un largo recorrido en la extensión universitaria, es licenciado en Comunicación, así como magíster en Información y Comunicación, y doctorando en Comunicación. Desde hace 20 años integra el cuerpo docente del Programa APEX, del que fue su director en los últimos años. Además, se desempeña como profesor agregado del Área Teórica Metodológica de la Escuela Universitaria Centro de Diseño de la Facultad de Diseño, Arquitectura y Urbanismo.

En lo que respecta a su nuevo rol, Olivetti expresó que para él significa “una responsabilidad y vocación de servicio”. Considera que ser prorrector de extensión le brinda una oportunidad de “articular visiones, expectativas, y planes colectivos” vinculados a la construcción que la Universidad emprendió de sus estructuras centrales. Afirma que en esta articulación los servicios son “claves” para el desarrollo de la extensión y las propuestas que se intentarán hacer, centradas en las y los estudiantes.

La Universidad tiene definido, desde hace varias décadas, una centralización mediante un prorrectorado, lo que involucra a un gran conjunto de personas pensando en el desarrollo de la función desde esa mirada central. “Ahí hay un acumulado natural que la Universidad desarrolló por estrategia de docencia en la extensión. Creo que esos docentes que vienen de las estructuras centrales tienen mucho para aportar a este plan y al desarrollo de la función”, explicó el prorrector. 

Asimismo, destacó que los órdenes que están en la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM) tienen un rol fundamental. Entre ellos distinguió a los estudiantes, quienes históricamente han reivindicado, proyectado y cuidado la función, particularmente desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay. Refiriéndose a la FEUU, Olivetti expresó: “Ponen en una primera línea de importancia la extensión. Lo hacen saber en su plataforma actual, y nos ponen a nosotros también en esa fuerza y articulación con su agenda política estudiantil”

“Debemos articular todas esas fuerzas para vincularse con los estudiantes, quienes siempre, desde la mirada universitaria, van a ser el centro de la cuestión”, destacó el docente y señaló que además “el actor social, el vecino y la organización social son parte de esa interlocución cooperativa que hacemos como universidad para pensar en esta resolución de problemas”.

Respecto a las experiencias previas y al acumulado con que cuenta la universidad en materia de extensión, Olivettí señaló que si bien es un proceso de décadas, el impulso fuerte a políticas de extensión estuvo concentrado en los últimos quince años a través de la puesta en marcha de diversos mecanismos como la instalación del Programa Integral Metropolitano (PIM), la nueva ordenanza de grado, y la estructuración de los Espacios de Formación Integral (EFI). Estos últimos, opina, permitieron que el concepto de integralidad pasara a estar legitimado y normalizado en la Universidad, cuyo segundo impulso fue dado por el Estatuto de Personal Docente. 

“Como toda transformación, cobra fuerza, avanza, y después hay que darle otro tipo de medidas, de actualización y planes que permitan seguir esa línea impulsándola con nuevas estrategias que se adapten a la realidad actual”, explicó Olivetti, quien afirmó que el nuevo prorrectorado no busca empezar de cero, sino que se apoya en todo el desarrollo previo. 

El plan de trabajo para el actual periodo presenta cuatro objetivos principales que estructuran las líneas y acciones propuestas: generar estrategias que propicien un aumento significativo de la participación estudiantil; fortalecer, diversificar y ampliar los espacios de diálogo entre la Universidad y los colectivos sociales; consolidar y desarrollar el Prorrectorado de Extensión y Programas Integrales como ámbito académico, administrativo y cogobernado de referencia; y generar estrategias de despliegue de la extensión en espacios académicos con menor desarrollo relativo de la función. 

Respecto a la perspectiva con la que afrontará el periodo, Olivetti señaló que una palabra que resume su visión es el “diálogo” entre saberes, funciones, disciplinas y como forma de construir identidades y a la propia comunicación. Además, considera que el diálogo es “lo que permite la vinculación con actores sociales diversos y problematizar una demanda social”. 

“Es el diálogo lo que nos va a permitir acordar estrategias y acciones dentro de la misma Universidad, bajo el entendido de que no hay una confrontación de intereses sino una necesidad de conjugar distintas visiones sobre la función de extensión y la integralidad, que puede llegar a enormes resultados”, afirmó el nuevo prorrector.

“Todos los espacios que la Universidad tiene diseñados para la formación estudiantil y el vínculo con la sociedad son valiosos. Todas las miradas recomponen un saber y un aporte, en este caso hacia lo que es la Extensión”, señaló y destacó que es el diálogo el que permitirá lograr la sinergia entre facultades, estructuras centrales, docentes de las unidades académicas y servicios, y estudiantes.

Entre los principales ejes del plan se establece la intención de “territorializar” a la Extensión, como un método de organizar la forma en la que se establecerán esos diálogos. “Es el espacio habitado, de vida cotidiana, donde se construyen relaciones sociales, de identidad, discursivas. Donde se proyectan relaciones de poder, de conflicto, de cooperación y de articulación. Si hay interrelación de algún tipo, hay territorio y allí hay temas que nos importan”, explicó Olivetti.  “Se puede tratar de ordenar la Extensión por distintas entradas, y nosotros proponemos esta territorialización, porque es el lugar donde la gente vive y dialogan los universitarios o no universitarios”.

El prorrector proyecta desarrollar la extensión en otros espacios geográficos. Entre las ideas se encuentra la consolidación un centro de articulación en Casavalle así como concretar otras propuestas que se están llevando adelante en el interior del país en el entorno de los Cenures. Para ello se generarán Nodos de Articulación Territorial, pensados como pequeños prototipos de programas, con un diseño organizativo que estará sostenido desde la unidad académica central y los servicios.

El diseño será en base a lo existente y buscará organizar las distintas acciones y líneas de trabajo que desarrolla la Universidad a partir de plataformas temáticas integrales con una mirada multiterritorial, en la que un mismo mecanismo pueda aplicarse a distintos espacios con problemáticas similares. 

Fortalecer el sistema territorial y de articulación permitirá monitorear y gestionar la inserción estudiantil e identificar posibilidades de expansión, hacia donde se puedan redistribuir desde aquellos espacios donde haya saturación. 

“Queremos potenciar a través de un plan de fortalecimiento de la curricularización en los servicios que permita, a todo lo que hoy ya existe, incrementar la participación estudiantil en unidades curriculares obligatorias o en tramos de los trayectos de cada servicio”, explicó Olivetti. Para ello, se piensa desarrollar un plan de fortalecimiento de la extensión, al estilo de lo que fomenta la Sectorial de Investigación, que pueda diagnosticar y proyectar con aportes de docentes de las estructuras centrales.

“Nosotros creemos que todo este proyecto de inserción estudiantil en el territorio, en el desarrollo de prácticas integrales, en las distintas herramientas e instrumentos pedagógicos al servicio del desarrollo de una política sectorial, tiene que ser evaluado y debemos terminar de desarrollar políticas para este tipo de dispositivos que son innovadores y que tienen vida nueva en la Universidad”, relató. 

Asimismo, señaló que considera importante el aporte de la comunicación en este tipo de desarrollo ya que “es la herramienta que aporta la infraestructura para el diálogo”. “Nos permite tener herramientas metodológicas, teorías, y recursos para pensar en este concepto central que es para nosotros lo dialógico. La comunicación no es solo difundir o mostrar, sino una forma de pensar las propias vinculaciones y los recursos que tenemos para mejorar esos vínculos diversos que tenemos”, explicó Olivetti. 

Por otra parte, destacó la importancia de la formación de docentes y estudiantes, a niveles de grado y posgrado, en recursos vinculados a las metodologías y epistemologías que sustentan los enfoques de extensión como una perspectiva educativa y de formas de “producir y democratizar el conocimiento”. 

Sobre su mensaje a la comunidad universitaria, Olivetti agradeció el respaldo recibido para ocupar su nueva responsabilidad, de quienes además espera “apoyo y colaboración” en los aspectos de mejora de las propuestas planteadas. “Están las puertas y el corazón abiertos para que cualquier crítica, aporte y colaboración puedan ser parte de estos diálogos y de estas construcciones colectivas. Para nosotros nada es desestimable, señaló el nuevo prorrector y reafirmó que “siempre vamos a estar en escucha y abiertos al diálogo para construir con todos los actores sociales y encontrar riqueza para aportar a este plan”.

El docente recordó que si bien este es un periodo complementario, el horizonte es avanzar en “todo lo posible”, pero con el foco en aspectos fuertes como la territorialización. “En Casavalle y el interior vamos a avanzar. Trataremos de dejar diseñadas las políticas de curricularización que nos permitan dar un salto, ya que queremos ampliar la participación de estudiantes en estos espacios”, explicó Olivetti. 

El prorrectorado, de reciente creación y en etapa de desarrollo, implicará un gran trabajo a nivel de desarrollo institucional en los aspectos normativos, que redundará en la instrumentación de las unidades académicas con sus respectivas ordenanzas. 

En cuanto a lo inmediato, uno de los grandes desafíos para el 2026 será la organización del 9° Congreso de Extensión de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo, cuyo anfitrión será la Universidad de la República. Esto representará una “gran oportunidad para la producción de diálogos” entre las universidades de la región y todos aquellos que guardan relación con la extensión. “ Nos va a llevar un esfuerzo mancomunado, para poder sacar de la mejor manera este Congreso, como un ámbito de construcción colectiva, de difusión del conocimiento, con fuerte participación de las organizaciones sociales y los estudiantes”, adelantó el prorrector.

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